Un aspecto muy importante cuando se trata de la calidad de los pimientos es, por supuesto, dónde comprarlos. No lave el pimiento hasta antes de consumirlo, de lo contrario la humedad que impregna la cáscara del pimiento contribuirá a su perecibilidad.
Guarde los pimientos en el refrigerador en un lugar seco, como un cajón de verduras. El secreto es poner los pimientos en un recipiente con agujeros para que circule el aire.
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