El desencadenante del deseo sexual para ambos sexos es la testosterona, una sustancia química erróneamente llamada ‘hormona masculina’. En los hombres se produce en los testículos y las glándulas suprarrenales, y en las mujeres, en los ovarios y las glándulas suprarrenales. Tanto en hombres como en mujeres, la testosterona es el combustible químico que impulsa el impulso sexual del cerebro. Cuando hay suficiente, la testosterona estimula el hipotálamo, provocando sentimientos eróticos, provocando deseos eróticos y sensaciones físicas en las zonas erógenas.
Cuando las personas se excitan, el sexo ocupa toda su atención. El fenómeno más evidente que se produce durante la excitación sexual es la dilatación de los vasos sanguíneos de la pelvis y los genitales. Tan pronto como una mujer comienza a pensar intensamente en el sexo, su vagina comienza a humedecerse, preparándola para una posible actividad sexual.
Lee aquí cuáles son las 4 fases de la excitación en la mujer, desde la pretensión hasta el orgasmo.
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