Esta es la primera vez que se llama directamente a un miembro de la familia Trump para que coopere en la investigación de los hechos del 6 de enero de 2021.
La Comisión Especial envió una carta el jueves al asesor cercano de Donald Trump en la Casa Blanca.
Ella señala en la carta que Ivanka Trump parece saber de primera mano sobre el intento de su padre de persuadir al entonces vicepresidente Mike Pence para que dejara de contar los votos de los principales votantes.
«A la Comisión le gustaría discutir cualquier conversación que haya presenciado o en la que haya participado sobre el plan del presidente para obstruir o impedir el conteo de los votos de los grandes votantes», dijo Bennie Thompson, presidente de la Comisión.
“Una de las conversaciones del presidente con el vicepresidente fue por teléfono la mañana del 8 de enero”, dijo.
“Estuvo presente en la Oficina Oval y notó al menos parte de esta llamada telefónica”, dijo.
En esta carta de ocho páginas, la Comisión le pide a Ivankai Trump que reconstituya sus actividades el día del levantamiento y que presente las medidas tomadas -o no- por la Casa Blanca ese día.
La Comisión propone una «reunión el 3 o 4 de febrero».
Ambiciones políticas
Ivanka Trump, una ex socialité de 40 años de Nueva York, se convirtió en una de las asesoras más cercanas de su padre después de las elecciones de 2016, alimentando las acusaciones de nepotismo contra el expresidente.
Su esposo, Jared Kushner, también fue asesor de la Casa Blanca en temas delicados como el proceso de paz en Medio Oriente.
Una portavoz de Ivanka Trump confirmó en un comunicado enviado a varias publicaciones estadounidenses que había recibido la carta y destacó que ella «no habló durante las manifestaciones del 6 de enero».
Sin embargo, la hija del expresidente -de quien se sospecha que tiene ambiciones políticas- no ha anunciado si comparecerá ante la Comisión.
Esta comisión especial está compuesta por demócratas electos que intentan establecer la responsabilidad de Donald Trump y su séquito en el asalto a la sede del Congreso de Estados Unidos.
Otros cercanos a Donald Trump, como su exjefe de gabinete Mark Meadows, han sido citados como comparadores.
Pero se negaron a presentarse ante la comisión, que el multimillonario calificó de «partidista».
La Comisión, sin embargo, avanza a una verdadera marcha forzada. Ella dijo que había escuchado a 400 testigos.
El trabajo de la Comisión es urgente, en el contexto en el que quiere publicar sus conclusiones antes de las elecciones intermedias, previstas para noviembre de 2022.
Si los demócratas pierden el control de la Cámara de Representantes, los republicanos corren el riesgo de disolver la comisión.
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