“Es tan difícil para mí reunirme después de las últimas 24 horas. Ayer logramos ayudar a una refugiada de Kiev, Ucrania. Vino en tren a las 5 y 20 y solo se llevó al perro con ella. “Es lo más preciado. “Miedo, depresión, desinformación.
La miro y me sigo preguntando qué hubiera hecho si, a los 25 años, hubiera tenido que cruzar el país sola en medio de la guerra y buscar ayuda de los extranjeros. Aún le temblaban las manos y apenas podía encontrar las palabras. Está en estado de shock después de verse obligada a dejar atrás amigos, familia, toda una vida. Ella se quedará conmigo por un tiempo, pero hay decenas, cientos, miles de personas así que necesitan nuestra ayuda”, escribió Oana Tache.
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