Durante muchas décadas, especialmente durante el comunismo, uno de los momentos más esperados de la mesa de Año Nuevo era el pastel. Los boletos con textos divertidos, irónicos o vagamente «premonitorios» se escondían en el relleno del pastel y luego se leían en voz alta durante la comida por quienes los encontraban.
Esta costumbre, con una historia de más de un siglo, ha desaparecido casi por completo en los últimos años. Si en el pasado las páginas de los disturbios se podían encontrar en los quioscos, hoy sólo los nostálgicos pueden hacer un esfuerzo por conservar la tradición, buscando los disturbios en Internet para imprimirlos o incluso escribiéndolos ellos mismos.
Lea la historia del pastel de disturbios aquí, descubra lo que estaba pasando en las cortes reales. ¿En qué otras culturas encontramos hábitos similares? Además, encontrarás una deliciosa receta de queso dulce y pasas.
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